En septiembre de 1988 Juan Jordana de Pozas Yeregui, en nombre de su madre María Luisa Yeregui Corsini, dirigió una carta al alcalde Antonio González Triviño, ofreciendo al consistorio un lienzo con un escudo que procedía del ex-monasterio de Santa Fe y había pertenecido desde siempre a su familia.
Los Jordana Yeregui habían heredado algunos edificios del ex-monasterio de Santa Fe comprados por sus antepasados en la desamortización de Mendizabal (1835). Sin embargo, este lienzo, según testimonio de sus hijos, había sido rescatado por Ángel María Jordana de Pozas antes del derribo del palacio abacial del monasterio en la década de 1960.
Al parecer, el lienzo se encontraba en el techo del hueco de la escalera señorial de dos tramos que se situaba en el centro del palacio abacial y, tras el derribo del edificio, su dueño entregó el lienzo a Ángel María Jordana de Pozas. En la actualidad todavía puede verse el solar de dicho palacio y en los muros de los edificios adosados las huellas de chimeneas y entreplantas de aquel edificio. Gracias a unas fotografías tomadas por Cristóbal Guitart Aparicio antes del derribo del palacio podemos hacernos una idea de la entidad y fachada que tuvo el edificio barroco.
El lienzo con el escudo del monasterio permaneció desde los años 60 en la casa de los Jordana Yeregui hasta que en 1988 María Luisa Yeregui Corsini decidió donarlo al Ayuntamiento de Zaragoza. En su escrito, Juan Jordana de Pozas indicaba:
«Sería fácil vender esta parte del Patrimonio Cultural de nuestra historia a una Galería de Arte extranjera como Sothebys, etc. u otra, pero preferimos, como buenos aragoneses, que esta joya artística que habrá de restaurarse un poco, se quede en Aragón.»
Juan Jordana de Pozas
La donación del lienzo fue aceptada por el Ayuntamiento por su interés histórico-documental y en diciembre de 1988 se incorporó a la colección municipal. En el depósito del Servicio de Patrimonio e Historia Cultural situado en la calle Madre Rafols de Zaragoza permaneció hasta que en 2015 Eugenia Miranda Díez se encargó de su restauración integral.
El escudo tiene unas dimensiones de 150 x 105 centimetros. Su datación es incierta. En él se representa un escudo con cuatro cuarteles que, siguiendo el orden heráldico, arriba a la derecha se encuentra el árbol de Sobrarbe, símbolo del antiguo reino; arriba a la izquierda la cruz de la orden militar de Montesa, protegida por el Cister hispano; abajo a la izquierda los atributos de la virgen mártir Santa María de Santa Fe, la parrilla y la corona de flores, flanqueada por las iniciales S y F; y abajo a la derecha el señal de Aragón. El escudo está timbrado con un sombrero negro forrado de verde (sinople) del que penden cordones verdes de seis borlas a derecha e izquierda propio de los abades con jurisdicción similar a la de los obispos; y también como timbre hay una mitra a la derecha y un báculo a la izquierda.
Este escudo guarda un estrecho paralelismo con otras representaciones del escudo que aparecen pintadas en algunos lugares de la cabecera de la iglesia del monasterio de Santa Fe.
Así son los Jordana de pozas 👏🏻👏🏻👏🏻