Es una pena que nadie quiera hacerse cargo del Monasterio de Santa Fe

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Los vecinos piden que se rehabilite el monumento cisterciense «para poder disfrutar de él» y alertan del estado de ruina en el que se encuentra.

Desde la carretera por la que se accede a Santa Fe de Huerva, en Zaragoza, apenas se aprecia el deterioro y la mella que el paso del tiempo y “la dejadez de sus dueños e instituciones” –apuntan desde la asociación de vecinos- han hecho en el Monasterio de Santa Fe, construido en 1341, reedificado en el siglo XVIII y declaradas su portada principal y su iglesia como monumento histórico-artístico nacional en 1979. La belleza de esta gran abadía cisterciense se pierde conforme la distancia es menor hasta comprobar el estado “casi en ruina total” en el que se encuentra.

 
“Es una pena que nadie se haga cargo. Con todo lo que se ha construido en esta zona y realmente vivimos de espaldas a lo que merece la pena y tiene valor”, explica Narciso Samaniego, presidente de la Asociación de Vecinos de Santa Fe de Huerva. “No estamos pidiendo que se haga una gran rehabilitación. Nuestra idea pasa porque el edificio se acondicione de manera acorde con los tiempos en los que vivimos para que sea de uso público y la gente pueda disfrutar de él y de su entorno. La única actuación que se ha hecho durante años fue en 1981, cuando se construyó un armazón de hormigón para sostener la cúpula”, insiste Samaniego.

Una petición que los vecinos llevan años solicitando sin obtener ninguna respuesta. Tal es así, que en 2008 se creó la Asociación Monasterio de Santa Fe de la Huerva. “En abril hizo dos años de la primera vez que nos reunimos con Patrimonio. Sabemos que la propiedad de este monumento es privada, pero nuestra intención era conocer la posición de las instituciones, así como advertir del estado en el que se encuentra el monasterio”, cuenta Sanclemente. “Nos dijeron que se pondrían en contacto con nosotros, pero todo sigue igual”, apunta la secretaria de la agrupación.

Es una pena que nadie quiera hacerse cargo del monasterio de Santa Fe

La ruina avanza

El tiempo pasa y la ruina es cada vez más evidente. Y es que a las imágenes decapitadas de la Virgen y varios santos en la portada principal, consecuencia del saqueo al que estuvo sometido el monasterio por las tropas francesas durante el primer Sitio de Zaragoza en 1808, se unen tejas sueltas a punto de caerse de la techumbre de la entrada a la abadía, pasando por la inclinación evidente de la torre de la iglesia, levantada en 1778 por un discípulo de Ventura Rodríguez. “Hasta hace unos años se oficiaba misa en una pequeña capilla dentro del monasterio. El peligro por la caída de la misma era tan evidente que hubo que cambiar la ubicación”, cuenta Narciso Samaniego. De hecho, los mismos vecinos que aún hoy residen en la misma plaza monacal insisten en el deterioro del monumento. “Para ellos, que llevan toda la vida aquí tiene que ser una pena ver que pasan los años y no se hace nada por salvar el monasterio”, cuenta Samaniego.

Por su parte, desde la Consejería de Cultura de la DGA explican que “se trata de una propiedad privada y que por la normativa urbanística es el propietario –en este caso son varios- quien debe hacerse cargo del mantenimiento. En el caso de que se declarara oficialmente en ruina, sería Patrimonio quien debería actuar en consecuencia”.

Teresa Martín. Heraldo de Aragón. 2011

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